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Vivienda colectiva

El entorno se caracteriza por su heterogeneidad, con edificios de una arquitectura muy diversa y de diferente uso y tamaño (colegios, edificios de viviendas de diferentes tipologías, zonas verdes, etc.). Asimismo, la morfología urbana en relación a la posición de los edificios y sus alturas es muy diversa, encontrándonos algunos edificios que se posicionan aislados en el interior de las parcelas, otros alineados a vial y una mezcla de alturas que construyen una imagen diversa y heterogénea del entorno próximo. La integración del edificio con los espacios circundantes a la parcela es uno de los objetivos a resolver con la propuesta creando continuidad morfológica entre el nuevo edificio y los edificios y espacios públicos colindantes y resolviendo los accesos de la manera más cómoda y funcional posible.

La imagen del edificio se materializa mediante una piel única y continúa de ladrillo cara vista blanco doble tizón que pretende, en la cercanía, cambiar la escala tradicional del formato original del ladrillo y generar una imagen unitaria, blanca y serena del conjunto.
El edificio trata de responder a las exigencias urbanísticas intentando distorsionar el esquema normativo de manzana cerrada mediante un sistema de terrazas voladas (salones) que se entrelazan en las esquinas dando continuidad a los alzados, asimismo el alzado muta en la parte baja del edificio a un sistema plano y abstracto de huecos con celosías correderas (dormitorios) que ahonda en la imagen seriada y racional del conjunto.

Todo el edificio funciona con una única entrada desde el exterior que accede a un patio interior desde el cuál se circula hasta los once portales-escaleras. Cada escalera consta de 2 viviendas por planta con fachadas exterior-interior. La estructura se integra en este sistema modular permitiendo una disposición adecuada de los sótanos para distribuir plazas de aparcamiento y circulaciones, a la vez que permite disponer en las plantas superiores espacios acordes a la distribución de las viviendas.

Los tipos de vivienda responden a la optimización de superficies en relación al número de dormitorios permitiendo una flexibilidad de ocupación personalizada para cada grupo de habitantes. Una geometría clara y racional rige toda la distribución de estancias, estructura, modulación de fachada, etc. Además de la funcionalidad de las viviendas, el programa propuesto presenta una serie de espacios comunes que permitan la convivencia. En el patio central, a nivel de planta baja, se genera un gran espacio que servirá como pulmón verde y espacio de encuentro social de vecinos. Este espacio se define por su acabado y contenido e incluyen zonas peatonales, zonas verdes de estancia, piscina, zonas de sombra, juegos de niños, etc.

Las tipologías propuestas se caracterizan por maximizar la compacidad del edificio, optimizando la superficie de fachada. Todos los espacios vivideros disponen de ventilación y luz natural incluida la cocina. A partir de ese esquema claro, eficiente y repetido se han pensado una serie de mejoras espaciales y funcionales. El salón siempre ocupa una posición privilegiada aprovechando en lo posible las esquinas del edificio y permitiendo una doble orientación, estando asimismo ligado a las piezas escultóricas que conforman las terrazas.

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