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No residencial y Sostenibilidad con ladrillo

El proyecto se sitúa en uno de los principales ejes urbanos de Terrassa, entre el Portal de Sant Roc y la Escuela Industrial, en un tramo de calle de unos 125m de largo y 15 de ancho, de sección asimétrica, con una fachada consolidada a norte y unos jardines públicos a sur.
La transformación, integrada en el proyecto de ampliación de la zona peatonal del centro urbano, tiene como principales objetivos la pacificación del tráfico, la mejora de la conectividad con los jardines y la introducción de áreas para la socialización vecinal.

El resultado es una ‘calle-plaza’ dividida en dos franjas, una de circulación, con prioridad peatonal, y la otra de transición entre la calle y los jardines, formada por parterres y bancos dispuestos con el objetivo de romper la linealidad de la calle y formar espacios de socialización -conversar, descansar, jugar,…- de una escala acotada, casi doméstica.

Se incrementa la conexión entre la calle y los jardines, diluyéndose el límite entre ambos, unidos en un mismo espacio público de convivencia que se extiende hasta la fachada norte del Passeig.

Se refuerza la continuidad del eje urbano Portal de Sant Roc – Escuela Industrial eliminando obstáculos, reordenando las terrazas de los bares y construyendo, en el extremo oeste del Passeig, unas escaleras que salvan el desnivel existente entre los jardines y la calle.
La materialidad dominante del proyecto es la cerámica, enlazando con el pasado industrial de la ciudad. La ‘franja de circulación’ está pavimentada con la baldosa utilizada en todo el área peatonal del centro urbano, mientras que el pavimento de la ‘franja de transición’ es un ladrillo manual colocado a sardinel, dando a este ámbito un carácter específico y a su vez integrado al conjunto.

El proyecto incorpora elementos patrimoniales, como una antigua fuente convertida en parterre, algunos bancos de piedra recuperados de los jardines o el pavimento de adoquín oculto bajo el asfalto durante décadas, recolocado formando ‘alfombras’ en los ‘espacios domésticos’ de la ‘franja de transición’.

Se re-naturaliza el espacio público con arbolado y vegetación de estratos medios y bajos de follaje y floración rojiza, dando continuidad a la materialidad dominante del proyecto, y se incrementan las superficies filtrantes -un 25% de la superficie de la ‘franja de transición’- contribuyendo a restaurar el ciclo natural del agua y mejorar el nivel de los acuíferos.

Se limitan las emisiones de CO2 asociadas a la urbanización del Passeig mediante las siguientes soluciones técnicas y materiales: en primer lugar, toda la cerámica del proyecto está fabricada en hornos de biogás; en segundo lugar, el árido del hormigón de las bases y los cimientos es reciclado; finalmente, una parte de la zahorra se reutiliza de las bases existentes y el resto se forma con árido reciclado.

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